“Cuando una mujer intenta convertirse en boxeadora, la realidad es abrumadora: gastos de gimnasio, equipo de entrenamiento, alimentación, vitaminas, transportación, entre muchas otras cosas. Al principio, prácticamente, se tiene que pagar para pelear, por ello, cuando entras al Programa RING TELMEX-TELCEL es una bendición de Dios, la ayuda es muy buena y te tranquiliza mucho”, resume la carismática Lourdes “Pequeña Lulú” Juárez, quien obtuvo su boleto para ir en busca del título mundial mosca en la Función de Gala TELMEX-TELCEL.

“Todo esto empezó como jugando, sin entrenar me ofrecían pelear en el terreno amateur cuando faltaba alguien y yo no dudaba en ponerme los guantes para soltar golpes. Mi hermana, Mariana (Juárez), ya tenía éxito en el boxeo y a mí ni se me ocurría ser boxeadora, pararme a correr e ir al gimnasio se me hacía mucho, pero un accidente de una de mis hijos me llevó a convertirme en peleadora”.

Lourdes, casada y con dos hijos, recuerda lo difícil que es ser boxeadora y que sólo con disciplina y el trabajo diario te lleva a conseguir logros en este duro deporte: “yo pesaba 61 kilos y tuve que bajar 10 kilos para poder pelear y ahora puedo pelear en minimosca o mosca”.

“Creo que las mujeres hemos logrado ganarnos el respeto y reconocimiento de la gente. Nuestra técnica y acondicionamiento físico cada vez es mejor y el público lo reconoce. Ahora podemos ser estelaristas sin ningún problema”, enfatiza la aspirante a la corona mundial.

De 31 años y con una marca de 24-2, con 3 nocauts, la originaria de Santa Úrsula Copa, en la Ciudad de México, asegura que ahora que tiene el boleto para ir en pos de un título del mundo, “no la voy a dejar pasar, quiero coronarme y cumplir mi sueño”.

Aunque no dejó pasar la ocasión e igual que la mayoría de las mujeres boxeadoras opina que en el terreno económico “aún no falta ganar mejor… hemos demostrado coraje y valor arriba del ring y por todo ello merecemos mejores bolsas”.